( ͡🔥 ͜ʖ ͡🔥) 👉 El mercado español de venta de viviendas de segunda mano refleja un sobreprecio de entre el 10% y el 25% con respecto al precio final de venta, según la fuente a que se consulte. El proceso es sencillo: la tasación de la vivienda es 200.000 euros, el agente inmobiliario capta al propietario con una tentadora propuesta de 220.000 euros, pero finalmente el propietario decide que el precio de salida sea de 240.000: “Es lo que pidió mi vecino del primero hace un año”, justifica.
“Es un sector que valora captar el inmueble, no si se capta a un precio justo”, explica Gonzalo Bernardos, profesor de la Universidad de Barcelona y conocido analista inmobiliario: “Más tarde ya habrá tiempo de explicar que a ese precio no hay ningún interesado, por lo que habrá que bajar el precio. Y en mi opinión esto contribuye al desprestigio de la profesión”.
Para Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria, se trata de “una práctica asentada en la mentalidad española. El comprador quiere pagar menos de lo que vale, y el propietario quiere cobrar más de lo que vale, pero al final el precio lo pone el mercado”.
Toni Expósito, director general de Comprarcasa, introduce otra variante coyuntural en el análisis: “Varía enormemente según crece la oferta o la demanda. Hacia mediados de 2019 nuestra valoración era que cerca del 85% de los pisos estaban sobrevalorados en un 20%. Sin embargo hoy, y dado que desde Navidad notamos un enfriamiento de la demanda y un periodo de reflexión más prolongado, los precios empiezan a contenerse y reflejar cifras más próximas a la realidad”.
Punto en el que existe una mayor coincidencia entre los expertos: aporta más desventajas que ventajas.
“Sobrevalorar una vivienda el 15% o el 20% en un mercado alcista puede ser posible”, continúa el profesor Bernardos, “va a tardar más en vender, pero la subida de los precios te va a atrapar en unos meses, como ocurrió de 2004 a 2006. Pero sobrevalorar un 15% en la actual coyuntura es muy peligroso, porque vas a perder un tiempo importante. Lo que no sabe el comprador porque nadie se lo dice, es que en esta coyuntura el margen para negociar ha aumentado brutalmente, por lo que debe hacer una oferta”.
Duque también identifica desventajas. “Al inflar los precios se excluye a muchos posibles compradores por pensar que es inaccesible para ellos. Y al no venderse la casa, no queda más remedio que ir bajando paulatinamente hasta ponerla a precio real de mercado”. Por ello desde Alfa Inmobiliaria advierten del riesgo de quemar la vivienda: “Cuando se publica por primera vez en los portales, en esos primeros días es cuando se produce el mayor número de vistas. Si estamos muy caros, todas estas personas que la ven la descartarán y ya solo queda esperar el goteo que llegue a medida que se van produciendo las bajadas. Y en ese proceso muchas personas pueden perder interés por ella”.
Aida Gonzalez
Fuente: https://www.idealista.com/news/inmobiliario/vivienda/2020/02/14/780017-peligros-y-ventajas-de-inflar-el-primer-precio-de-la-casa-que-vendes#xts=582065&xtor=EPR-75-%5Besta_pasando_20200214%5D-20200214-%5Bm-01-titular-node_780017%5D-73701301@3